viernes, 29 de mayo de 2015

Batiscafo mal presurizado

Es esta tu caja de resonancia,
llena de páginas por escribir,
de sonidos de la nada,
de madera por pulir.

Es este tu lugar inhóspito,
repleto de varas de medir,
de vertientes despeñadas,
de promesas por cumplir.

Es esta tu noche planeada,
plagada de casas por construir,
de cotas inalcanzables,
de sitios a los que no ir.

Es este tu espacio en la sala,
atestado de frases que no quiero oír,
de próceres con corbata,
de discursos que no interrumpir.

Es esta tu única visible frontera,
saturada de distancias por unir,
de inyecciones de moralina infecta,
de ventanas que no puedo abrir.

Es este tu compartimento estanco,
rebosante de astillas con las que herir,
de febreros en la garganta,
de abrojos que nadie va a compartir.

Es esta tu cocina de sueños,
colmada de moldes para erigir,
un inconsistente amago de calma,
que el viento agitará hasta destruir

Es este tu patio de butacas,
abarrotado de sombras por definir,
de banderas inmaculadamente blancas,
de incógnitas que descubrir.

Eres tú sentado en la cama,
saciado de horas sin dormir,
de firmes intenciones para mañana
que mañana se van a rendir.

miércoles, 22 de enero de 2014

La nostalgia es así

La nostalgia es la única forma que conozco de felicidad. ¿No decís todos que queréis ser felices? ¿Por qué despreciáis, pues, la nostalgia si ella es el único y verdadero método para ser feliz? 

No se puede no ser feliz sin mirar al pasado, sin mirarlo con nostalgia porque la nostalgia no aparece sobre circunstancias, cosas, hechos, recuerdos o personas que no nos hayan hecho felices, al menos en un fugaz instante, un instante que sólo puede pertenecer al pasado y ser suyo y no tuyo.

La nostalgia es, por definición, la añoranza y no hay añoranza sino en el pasado. La añoranza de la felicidad préterita. Eso es la nostalgia. De esa felicidad que no existe fuera de ese hábitat, que no existe en el futuro y que ni siquiera existe en el presente. Como toda felicidad posible, si es que es posible. ¿Por qué entonces dices que tu objetivo en la vida es ser feliz? Tu objetivo en la vida debería ser, en todo caso, haber sido feliz. En todo caso.

Pero entonces… ¿cómo se puede tener nostalgia de algo que nunca se ha sentido, que nunca se ha tenido, que nunca se ha vivido? Simple. Porque para tí ha existido. Porque tu imaginación la ha dibujado, la ha creado. Le ha dado un tiempo sin espacio, una realidad sin habitáculo. Le ha dado la profundidad de todo un universo: tan inabarcable como irrefutable en su existencia aunque visualmente y casi cognitivamente sea inasimilable, inasible, inasumible.

Esa es tu nueva, adyacente y colateral forma de nostalgia. La nostalgia de las cosas que nunca has tenido. La nostalgia de las cosas que nunca tendrás. E, incluso, vas más allá porque ya sabes ahora mismo que tendrás nostalgia de circunstancias, cosas, hechos, recuerdos o personas de las que todavía no sabes que tendrás nostalgia. Qué puedes hacerle. Así eres tú y así es la nostalgia.

viernes, 27 de septiembre de 2013

El deshollinador


El misterio que albergaba se tornaba sombras grotescas.
Arriba, relámpagos y zarpazos,
abajo, la negrura del abismo blanco.
El dolor de la resacas y un delirium tremens pálido,
el único equipaje que portaba bajo el brazo.

Respiraba amaneceres tenues y contaminados.
Desorientado, como un oso que no ha hibernado,
masticaba los pesares como si fuesen guijarros.

El tembleque de sus manos se guiaba acelerado,
por el compás de un péndulo desequilibrado.

De profesión, deshollinador en paro,
tratando de cambiar pasados oclusos y futuros decadentes,
por chimeneas calientes y simples presentes.

Su voz, por entonces queda y hueca, dictaba
lo que sus hurañas entrañas callaban.

Vagaba por estaciones de paso,
buscando el peor destino posible
para las vacaciones forzadas de la mitad de sus labios.

En aquella noche, la más oscura y triste del verano,
solo un vago consuelo entre tanto humo de cigarros.
Al menos, compartía con ella la misma luna
y aquella luz taciturna y débil de la puta incertidumbre.

No todo está perdido, se decía, no todo está perdido…


viernes, 22 de marzo de 2013

El mundo de las cosas (Decadencia suma)

Zapatillas de estar por casa con escudos de armas medievales.
Una casa opulenta donde son grabados todo el día quince subnormales.
Edredoning en el confesionario. Monaguillo enculado. Orwell degenerado.
Dictaduras y dictablandas. Habemus Papam. Todo arreglado.
Los bares en huelga. Mariposas sin alas. Vagabundos con diploma.
Encontrar un trabajo y devolverlo. Ah, y lo de los bares, es broma.
Mantequilla con sal. Cerveza sin alcohol. La cabeza de un alien metida en formol.
Talquistina en vena. No sé ni quién soy, pero ponme una ración doble de yo soy español.
Los pájaros cantan, las nubes se levantan y hace un sol del carajo.
Fast food. Gonorrea. Ver caer una gotera y ponerte debajo.
Caramelos de colores como los que me daba mi abuelo.
Cigarrilos mentolados. Follar en un colchón de látex a pelo.
Camaleones en blanco y negro. Como decían los Rolling: satisfacción.
Tan sólo queremos dejarte un futuro y un mundo mejor. Y un cojón.
Hipotecas basura. Síndromes de Diógenes. El laurel del César.
Botellas de dos litros de agua con sabor a fresa.
Mendrugos de pan contra la soledad. Fritura de grillos.
El pan integral. Desayuno en la cama queso con membrillo.
Paté de chorizo. George Clooney preparándome un café.
Amor a dos euros el kilo. Tatuarme mi nombre en la planta del pie.
Nitrógeno líquido. Oro comestible. Cinco tenedores. ¿Y si somos seis?
Macarrones mágicos. Oye, puja por mi alma, la subasto en ebay.
La colección de lo que me sale de los huevos kinder ya la completé.
Talasoterapia, reiki, el secreto, grey, ¿proyecto hombre? y demás varietés.
-Mejor opéreme las tetas. -¿Talla Montserrat Caballé? -Vale, pero... ¿y ese quién es?
Autopistas de diez carriles en el puto Amazonas y cobertura 3G.
El caniche de la vecina gasta más en peluquería que tú en comer.
Y otra cosa: ¿pa' qué coño compras viagra por Internet
si pasas más tiempo con la tele que con tu mujer?

miércoles, 12 de diciembre de 2012

De Penélopes y Ulises

Inmerso en esta guerra fraticida de desgaste,
la misión es simple y clara:
traspasar la trinchera y el fuego cruzado
de un enemigo feroz llamado Demasiado Lejos
que me mantiene de tus ansiados labios, al otro extremo.
Perdí otra batalla, de nuevo abatido, de nuevo asesiado.
Fracaso, fracaso, fracaso y más fracaso.

Herido de muerte,
lanzo las bombas desesperadas de mis adentros
al cielo de un enemigo incierto,
al tiempo que los recuerdos de tus besos
son metralla que se funde con mi cuerpo.

Soy el comandante en jefe de las tropas rebeldes con causa, sin causa factible.
Soy el inquilino ocasional de un amor frustrado,
el hijo bastardo de un porvenir subastado.
Moroso del calor de tus abrazos,
compré un espacio-tiempo determinado que ahora ha quebrado
y fui deshauciado de mis propios sueños por un tal Morfeo sin brazos.

Acumulo escombros para esconderme en secreto,
labro futuros, siembro diamantes y recojo estiércol.
Me cobijo tras barricadas de nostalgia,
esperando el salvoconducto de una sonrisa clandestina
que me permita escapar despavorido y corriendo
hacia donde mueva tu pelo el soplido del viento.
Busco y no encuentro subterfugios al tiempo.

Peregrino, camino de la frontera de los más de mil días
sin formar ni tomar parte de la cotidianidad de tu existencia,
hacia el templo sagrado de mi fe monoteísta.
Deambulo exhausto por este desierto inhóspito,
con el estómago lleno de fresas podridas y casas vacías.

Harto de odiseas y epopeyas, harto y cansado,
de billetes de ida olvidados con billetes de vuelta marcados.
De Penélopes y Ulises.
De cruzarme con ellos.
De ver que están viejos, sordos y ciegos
y separados eternamente por un inmenso e infranqueable muro de yeso.

Oigo tu voz a lo lejos.
Encrucijada, camelo...
Cantos de sirenas en los que caigo de lleno.
Las miro a los ojos.
Son dos putas desdentadas y sin pelo,
Distancia y Anhelo,
y yo soy su reo.

Me queda la heroica,
romper la férrea soga de un pensamiento enfermo,
para poder liberarme, pero no puedo.
Voy topando con monstruos internos,
cien Polifemos tuertos que me vencerían
con uno sólo de sus enormes dedos.

Rezo a mi única diosa,
le pido un deseo:
sálvame el cuello,
dáme la vida,
llévame deprisa,
aunque sea muerto,
a tu sagrado templo.

domingo, 19 de agosto de 2012

La Città dei Sogni Impossibili

Sono morto e sono rinato esattamente quel giorno.

Quel giorno in cui il tuo aereo è atterrato
nella città dei sogni impossibili
e i tuoi piedi cominciarono a percorrere
il suolo bagnato sul che
i miei passi effimeri si trovavano già.

Ho imparato a quel tempo ad aprire la mia gola
e farmi un taglio preciso e diretto
con l'antico coltello col che solevo strapparmi la pelle morta del cuore
e col che ero solito affilare i suoi angoli e le sue spine
per mettere dentro del mio corpo il tuo amore a fiotti.

Ho dimenticato quindi, per sempre,
il sapore dei baci ossidati
con quelli con cui hai messo fine
alla siccità della mia saliva
ed hai pulito le macchie di sangue schizzato dei miei labbri.

Mentre fuori,
la neve non è mai stata cosí bianca.
Lì, nella città dove dopo di lei, non esistono più luoghi,
dove i mondi nascono e muoiono,
lì, dove gli addii marciscono l'anima.

____________________________________________________

Justo aquel día morí y volví a nacer.

El día en que tu avión tomó tierra
sobre la 'città dei sogni impossibili'
y tus pies comenzaron a pisar
el suelo mojado sobre el que ya
caminaban mis pasos efímeros.

Aprendí, entonces, con la vetusta navaja
con la que solía rasgarme las vestiduras del corazón
y afilarme sus espinas y sus esquinas,
a abrirme de cuajo el gaznate
con un corte seco y certero
para meterme tu amor a borbotones en la garganta
y olvidé para siempre
el sabor de los besos oxidados
con aquellos con los que tú
pusiste fin a la sequedad de mi saliva
y limpiaste la sangre salpicada de mis comisuras.

Mientras, fuera,
la nieve nunca había sido tan blanca,
allí, en la ciudad donde después de ella no existen más lugares;
donde los mundos nacen y mueren;
allí, donde las despedidas pudren las almas.

domingo, 25 de marzo de 2012

En cuerpo y alma

Me compongo de cimientos débiles, osamentas grises, de músculo agarrotado.
Soy, en cambio, de tu tacto de seda, de tu casta enjuta, de tu puño apretado.

Me compongo de piel agrietada, de voces quedas, de gritos callados.
Soy, en cambio, de tu andar decidido, de tus silencios, de tu piel en verano.

Me compongo de miradas perdidas, de pulmones negros, de párpados cerrados.
Soy, en cambio, de tu mirar salvaje, de tus ojos abiertos, de tus párpados pintados.

Me compongo de pies de barro, de manos trémulas, de nervios crispados.
Soy, en cambio, de tus pies descalzos, del largo de tus piernas, del frío de tus manos.

Me compongo de columnas torcidas, de venas hinchadas, de espacios cerrados.
Soy, en cambio, de tu sangre hirviendo, de tu mente despierta, de tu mentón alzado.

Me compongo de puñal en estómago, de lágrima fácil, de corazón congelado.
Soy, en cambio, del cabalgar de tu risa, de mirarte el ombligo, de dormir abrazados.

Me compongo de mente sangrante, de labio mordido, de dientes mellados.
Soy, en cambio, de tu cuerpo desnudo, de tu espalda mojada, del color de tus labios.

Me compongo de heridas sin lamer, de cicatrices abiertas, de llagas saladas.
Soy, en cambio, de tus senos suaves, de tu sexo húmedo, de tu flujo de encanto.

Me compongo de noches oscuras, de parajes inhóspitos, de cables pelados.
Soy, en cambio, de tus sueños locos, de tu pelo suelto, de tu vello erizado.

Me compongo de gargantas secas, de carnes muertas, de vivir agachado.
Soy, en cambio, de tus hombros traviesos, de tu cuello esbelto, de vivir en tus brazos.

sábado, 3 de marzo de 2012

¿V=d/t?

El paso del tiempo se mide en kilómetros,
la distancia en agujas de segundero,
la velocidad siempre es igual a cero,
aquí, en el vertedero de los sueños.


En la carretera hacia ningún país
se enraizaron en alquitrán las horas,
perdí el rastro de las huellas traidoras
que me alejaban de esta aspereza gris.


El compás de un corazón acelerado
indica la dirección de mis presagios.
¿Cuánto más me separará de tus labios?
Otro lento transcurrir desorientado.


El paso del tiempo se mide en kilómetros,
la distancia en agujas de segundero,
la velocidad siempre es igual a cero,
aquí, en el vertedero de los sueños.

martes, 15 de noviembre de 2011

Apología de la tristeza

Los fulgurantes brazos lúgubres de la incipiente madrugada
como tardíos restos de aurora boreal alcanzan con su espada.

Afluyen nubes de humo opaco a posarse sobre cielos de escayola,
los sueños por sus diptongos se parten cual pusilánime amapola.

La tez raída de la hetera esperanza no hace muestras de asombro.
La lluvia se desata, maizales anegados que se reducen a escombro.

Durante un impasse eterno de influjo de marea contaminada,
las parcas palabras escupen lágrimas por no poder decir nada.

Derribo ejecutado, reconstrucción del hombre, proyecto de fracaso.
Indicios de tormenta sólo restan, las cenizas sublevadas tras su paso.

Grotescas sombras decrépitas refleja el espejo de suspiros empañado.
Al otro lado de la vías, tú eres tu destino tomando el tren equivocado.

No quedan ojos por los que llorar, ya no hay poesía por ser leída,
tampoco níveas palomas de la paz que no hayan sido abatidas.

La ilusión es un poderoso ufano robando a una desvalida anciana.
El futuro, la algazara de los niños que serán huérfanos mañana.

viernes, 13 de mayo de 2011

Tempus fugit

"La única función del tiempo es consumirse: arde sin dejar cenizas."
Elsa Triolet

Mi porvenir emprende descalzo y resignado,
cada noche que se enciende tras los días apagados,
un viaje hacia la nada entre la niebla espesa
de un camino empedrado que se mueve en espiral
como el agua turbia de la charca seca de mis designios
cuando absorbida por el desagüe oxidado de los relojes sin cuerda
caía con gotas tristes de los lapsos de mis tiempos futuros
en los campos yermos de los sueños un día latentes y hoy oscuros.

Y quisiera huir de este presente
sobre los cristales de la ilusión rota,
saber construir paraguas al hastío
para caminar bajo esta lluvia que me ahoga,
partir del país de la apatía
por el puente de los días muertos y las horas marchitas,
presenciar cómo, cansada de la rutina, la rutina allí se suicida.

Mas nadie nunca ha oído
los gritos de auxilio del enterrado en vida.

viernes, 11 de marzo de 2011

La cárcel de tus ojos

Juzgado y condenado a cadena perpetua de tu mirada
por el tribunal de tus labios,
paso las noches y los días en esta celda de tus caderas
desde la que comienzo a distorsionar la realidad,
a convertirme en un demente
que mira a través de los barrotes de tus pestañas
incapaz de atinar a ver y creer
en cualquier atisbo de existencia
que vaya más allá de tus iris color libertad.

Solamente logro observar tus ojos,
tan grandes como dos oceános de hojas secas de otoño
que, tras un equinoccio de segundo,
comienzan a mezclar sus caudalosas aguas
convirtiéndose en un inmenso, brillante e indisoluble mundo único.

Sin embargo, apelaré al tribunal supremo de tu cuerpo
para que me absuelva de las cortinas de oscuridad
que mis párpados portan consigo
y que impiden que cumpla, obedientemente,
la sentencia que destina a mi mirada a morir en vida,
presa en el calabozo del devenir de tus pupilas,
mientras las mías portan reflejos de tus espejos
y grilletes bordados con tu nombre por los hilos de tus besos.

miércoles, 16 de febrero de 2011

No se puede volar sin alas

Hay veces que mientras espero en los cruces de las calles mojadas,
en días lluviosos como hoy, a que el semáforo se ponga en verde,
me fijo en los charcos que se han formado a mi alrededor.

Hay veces que mientras lo hago, casi inconscientemente
y por, tan sólo, un pequeño instante,
dejo de ver mi rostro tergiversado en el agua turbia
y sólo veo el cielo gris que se refleja por encima de mí
y ese pájaro casual que lo cruza en solitario.

Su imagen, entonces, se clava en mi mente y lo envidio.
Anhelo poder batir mis alas en toda su extensión,
hacer saltar la arena del suelo formando una nube de polvo
cuando despego a volar para cruzar el inmenso cielo,
y después, saber ahuecarlas para amortiguar el aterrizaje
con la seguridad que me otorga mi fisionomia de esencias de libertad.
Sin rasguños, sin tropiezos, sin dudas.
Porque ésta es mi naturaleza.
Aquello que mejor sé hacer, que hago cada día.
Despegar decidido, volar libre y aterrizar seguro.
Porque éste soy yo.

Sin embargo, para mi desgracia, yo no soy ningún pájaro.
Si acaso, un avestruz que esconde la cabeza bajo tierra
cuando siente el miedo cercano y que ni tan siquiera,
goza del alivio de poder salir volando si así lo precisa.

Yo tan sólo puedo dejar volar mi mente
por encima de la aurora de mis rasos vuelos
alguna que otra escasa vez, como hoy
y por, tan sólo, un pequeño instante.

martes, 21 de diciembre de 2010

Tus acantilados

Trato de explicarte lo que mi vena más macarra,
mi vocación suicida y mi alma envalentonada
me han alentado a que haga apenas un instante ha.

Pretendo hacerte saber del tiempo y sus porqués,
en los que he deambulado haciendo caso omiso
a los tentadores dictados de mi espíritu kamikaze,
en los que mi mirada se asomaba cauta
desde el más vertical de tus acantilados,
sin acertar a dar el paso adelante definitivo
pese a antojarse éste inmediato.

Lograr que comprendas esta sensación de inmunidad al miedo
que se adueña de mi sino y me domina,
que me ha empujado sin remedio a dejar mi cuerpo
entregado totalmente a la inercia de la caída libre,
mientras en el descenso, me desprendo
del lastre de ansiedad que resta en mis raídos bolsillos.

Tan sólo precisaba que el todo que abajo me espera
dejase de disfrazarse de nada
y la bruma se disipase con mis dudas.

No reparo en las heridas que me cause
el violento choque contra las afiladas rocas,
no me importa golpearme con cada una de ellas
ni yacer, después, inerte y lacerado en el suelo.

Los motivos por los que me arrojé
permanecerán como lo más consciente,
lo más vivo y calmo que he encontrado
a lo largo del angosto y sinuoso sendero
que me ha traído hasta el acantilado
con el aire más puro y el horizonte más perfecto
que jamás he conocido, y ya, jamás conoceré.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Finales alternativos

Recojo del cielo todas tus miradas,
me alzas, me calmas, me atrapas.
Dos palabras permanecen calladas,
decidiendo entre atrevidas o asustadas.

Me enredo entre los hilos de tu vida,
me sumerjo en tus causas perdidas,
susurros, caricias, frases comedidas.
En ti, por siempre, poder tener cabida.

Convencerte las veces que precises,
enviarte impacientes cartas sin remite.
No darte tiempo para que recapacites,
conseguir que algún día me necesites.

Encontrarnos en universos rayanos,
donde en tus labios siga siendo verano.
Inventar finales aún no inventados,
jugárnoslo todo a una sola mano.

viernes, 15 de octubre de 2010

Sujeto a tu rumbo (Incertidumbre)

Cuando descifrar tus pensamientos es torturarme con mis dudas.
Cuando saber cuáles son significa el mayor desorden de las tuyas.
No sé si lo que necesito es saber o no saber, saltar o permanecer.
No sé cuál es la mejor opción, bajar la cabeza o la mirada mantener.

Cuando me hablas de un futuro incierto por causa de este presente.
Cuando por debajo de la mesa te digo lo que te diría claramente.
No sé si lo que siento es miedo o curiosidad o miedo a la oscuridad.
No sé si en la locura que dices que mueve el mundo podemos confiar.

Cuando las incertidumbres son lo único que hallar ciertamente reales.
Cuando tus ojos hipnóticos son sutiles caricias y profundos puñales.
No sé si caminar hacia ti me llevará hacia un nuevo e ignoto destino.
No sé si el destino conseguirá llevarme hasta la senda de tu camino.

miércoles, 21 de julio de 2010

Lejos

["Delirar es soñar y soñar, sentirse lejos"
Dulce Chacón, 'La voz dormida']

Sueños que son delirios.
Sueño que hoy es ayer
cuando me cogiste de la mano por primera vez
y sueño que también será mañana.

Deliro, lo sé, pero no digas nada,
tan sólo sigue mirándome y sonriendo,
tan sólo déjame soñar.

Déjame soñar que nuestros caminos
pueden seguir unidos
como nuestras manos ayer,
o mañana, no sé, ya te he dicho que deliro.

Déjame delirar mientras sueño
que volverás a buscarme como cada noche,
también esta noche,
a sabiendas de que ansío encontrarte.

Sueño lo irreal,
¿es eso delirar?,
tal vez, no sé,
pero me resisto a creer
que este nosotros efímero
lo sea tanto
y que, en realidad,
no seamos culpables
de la realidad,
o sí, no sé,
ya te he dicho que deliro,
ya te he dicho que te sueño.

sábado, 22 de mayo de 2010

Cuando duermo sin ti

A veces, en noches de insomnio como ésta,
espero que la puerta se abra y aparezcas sin más,
dejándome con un beso la boca empapada de tu alcohol,
y así, de una jodida vez, poder conciliar el sueño.

A veces, en noches de insomnio como ésta,
busco, impaciente, cualquier resquicio de ti
.

lunes, 22 de marzo de 2010

Mi guerrillera

Mis ojos marrones, son hoy, grises de tristeza,
mis ojos marrones goteras de tu dolor,
mis ojos marrones que hasta pierden la cabeza,
mis ojos marrones carentes de tu valor.

Tus ojos azules que me han visto crecer,
tus ojos azules de mirada endurecida,
tus ojos azules que no se dejan vencer,
tus ojos azules de la aurora de mi vida.

Tus ojos azules que han vivido mil batallas,
tus ojos azules de guerrillera sin tregua,
tus ojos azules vencedores de sus guerras.

Tus ojos azules de fortaleza admirable,
tus ojos azules de sonrisa alentadora,
tus ojos azules de madre inconmensurable.

lunes, 1 de marzo de 2010

Arrepentiemiento nocturno

Noche melancólica, gris
sin tu abrigo en mi perchero.
Me marchito, me ahogo,
trasnocho si no acaricio tu pelo.
Colilla a colilla rebosa el cenicero.

Maldigo mi ser, mi arrogancia,
mi orgullo y mi cobardía.
Añoro cada momento
de cada fotografía.

Sentado triste, borracho y cabizbajo
mi alma, con cristales clavados,
se desgarra tajo tras tajo.

Me enredé entre faldas,
me perdí en mil camas,
dejé escapar tu magia,
tu tacto, tu olor, tu mirada.

Huí de ti por miedo al fracaso,
por no ver tus lágrimas.
Me rendí, no creí,
puse a tu amor barricadas.

No pretendo que olvides
mis infinitos errores,
no pretendo que calles
ni que perdones.
Sé que he sido ruin,
incluso, despiadado,
que para ti estos versos
son solo papel mojado.

Mas caminaré hasta ti
aun por encima de fuego,
ahora quiero ser ladrón
para robarte mil besos.
Déjame ser tu almohada,
tu bufón, tu sosiego,
agárrate de mi mano
e imagina que juntos,
de nuevo, volamos lejos.

jueves, 18 de febrero de 2010

Se alquila

Cuando regresé, únicamente quedaba de ella
un ajado poemario que le había regalado algunos años atrás.

Nunca leyó ni un sólo verso.

La triste imagen del desamparado libro simbolizaba lo que allí habíamos vivido.

Una relación vacía. Llena de páginas que no leímos o no supimos leer.
Repleta de frustraciones y dudas.

Recogí mis pocas cosas tan rápido como pude.

No soportaba aquel torturador halo de recuerdos,
aquella opresiva atmósfera, aquel desconcertador frío que todo envolvía.

Eché un último vistazo al libro. Observé la dedicatoria que le había escrito.
Una mentira más de las tantas que nos habíamos arrojado.

Lo coloqué en el mismo lugar donde tanto tiempo había permanecido inmóvil.

Miré atrás. Cerré la puerta.

Esta vez para siempre.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Con letras mayúsculas

Se podría decir que somos dos bohemios.

Whisky y ginebra.

Los dos fumamos sin parar en las noches en las que los pensamientos

te dan patadas en la cabeza para que los centrifugues y los pongas a secar.
Él, tabaco de liar. Yo, Chester blando, de ese que se saca el cigarro por arriba,
como los Celtas que fumaba mi abuelo.
En el suelo, ceniza y raspas de uña.

Fotografía a un lado, poesía al otro.

Tocamos a barba por cara y a Ché por vena,

con Argentina en el horizonte y con ganas de gritar
Viva la Revolución! de nuestras vidas,
cámara y cuaderno en mano y 569 millones de sueños en los bolsillos.

Sueños llenos de polvo, de caminos de piedra, tal vez de hambre.

De caras sucias, manchadas de carbón, como nuestra sangre,
enjutas, curtidas, castigadas, pero nobles e inocentes.
Sueños llenos de ganas de descubrir un continente y dos interiores inquietos.
Refrendar un mismo espíritu.

Rabia, frustraciones, penas y alegrías, borracheras, locuras, risas y carcajadas.

Divagaciones interminables y soluciones para este país de pandereta y este mundo de locos.

Dos universos, dos burbujas independientes,
cuatro manos que se dejan la piel
intentando soltarse de los grilletes que las atan. Nos soltaremos.

Infancias felices, infancias unidas. Pase con la cabeza y gol.

Así de fácil y así de complicado.
La mejor dupla del patio del colegio. No había duda.

No nos parecemos físicamente. No hace falta.
Somos hermanos, tú y yo lo sabemos y con eso nos basta.
Hermanos, sí. De desigual cáracter, de diferente madre,

de distinta casa y cuna, pero hermanos, al fin.

Y con letras mayúsculas.

domingo, 25 de octubre de 2009

Noche de tormenta

Duermo mejor cuando la lluvia golpea la ventana.

Entonces y sólo entonces tengo sueños,

no pesadillas.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Nostalgia repentina

Rebusco entre un mar de papeles,
encuentro una ajada postal.
Habla de sueños rotos y frustraciones,
de heridas a las que echamos sal.

Tu nombre, al final de la hoja,
me hace recordarte, extrañarte...
como quien una flor deshoja,
desearía, casualmente, encontrarte.

Saldré a buscarte a ciegas,
con los ojos vendados como condena,
bajo un cielo plagado de estrellas,
para regresar a cuando todo valía la pena.

lunes, 1 de junio de 2009

Cordura transitoria

Dicen que no se sabe lo que se tiene hasta que se pierde.

Nunca he creído en facilonas frases hechas ni en sobados tópicos.

Siempre he sabido lo que significabas, lo que eras.
Demasiado premio para tan mala jugada, para tan pésimo jugador.

La culpabilidad me clava otro cuchillo.

La herida se reabre. Más que nunca.

En esta ocasión no había escrito ningún epílogo, no había más finales abiertos.

Tan sólo una puerta cerrada con llave por dentro,
unas cuantas fotografías y un hasta nunca.

Te habías hecho de arena.

Notaba como te me escapabas entre los dedos en una décima de segundo.
Yo era un puño cerrado. Dientes apretados. Hostias en la almohada.

[...]

Mis brazos se han dormido de sujetar mi cabeza.

Ésta ya se ha cansado de cobijar mi hastío.
Mi corazón te busca, te persigue. Pregunta por ti.
Grita hasta desgañitarse: lucha por ella, sálvate.

Esta vez no actuaré como un predicador o como un charlatán.

No regalaré promesas al aire.
No seré la mala imitación de un fracasado poeta.

Esta vez no.

Antes, has de saber, antes de que comience a atentar contra ti

para arrebatarte un gesto, una mirada fugaz,
un café y un cigarro un martes cualquiera,
una breve conversación o una ligera sonrisa;
que eres mi causa.
Mi manual de instrucciones para mí mismo.
Una mano tendida al borde de mi abismo que me mantiene con vida.

Que tú para mí eres una ciudad entera.
Ésta ciudad, a la que deberían poner tu nombre
y así, situarte en los mapas del mundo entero.

viernes, 22 de mayo de 2009

Sin táctica ni estrategia

“Página en blanco. […] Yo me echaré una siesta,
ojalá me despiertes con algo original y sugestivo para que yo lo firme”.

De esta forma finaliza uno de los muchos y eternos ya, poemas del gran Mario Benedetti. Mario expresaba de este modo la naturalidad y espontaneidad con la que escribía, lo sencillo que le resultaba buscar la inspiración necesaria, encontrar la musa o el porqué de unos versos siempre mágicos. Así de fácil. Así de complicado.

Mario Benedetti falleció en su amado Uruguay natal tras varios años conviviendo con una enfermedad pulmonar y después de haber pasado y sufrido la muerte de su compañera, Luz, en 2006, enferma de alzheimer. La cuidó, regresó con ella y por ella a Uruguay en sus últimos días. Fue toda su vida. Sin ella consigo, comenzó a descuidar su aspecto, a perder las ganas de vivir, a morir.

Hoy, Mario, se está echando una de sus inspiradoras siestas. Una siesta infinita, porque no está muerto. Vivirá por siempre en quienes que le hayamos leído, o en quienes, fruto de su incapacidad poética propia, hayamos robado alguno de sus versos para intentar enamorar a una mujer o para encontrarse a uno mismo en desalentadoras y cabizbajas noches.

Benedetti deja atrás 88 años de una vida comprometida y dura. Una vida marcada por el exilio. Se fue de Uruguay cuando llegó la dictadura en 1973. Vivió en Argentina, de donde también tuvo que irse por motivos políticos, en Perú, donde fue perseguido y detenido, en Cuba, donde al fin halló la paz ideológica y en España. En sus últimos años vivió a caballo entre Palma de Mallorca y Uruguay. Sin embargo, todos sus caminos siempre le conducían a su ciudad, a Paso de los Toros. Fue un exiliado y un ‘desexiliado’, como él mismo dijo. Siempre necesitado de volver a su patria, al Uruguay que le vio nacer, al que hoy llora su pérdida, al que nunca volverá a ser el mismo sin su presencia, sin su poesía. “Hay pocas cosas tan ensordecedoras como el silencio” dijo en una ocasión Benedetti. Y su silencio, más ensordecedor si cabe. Deja un vacío.

Fue un hombre valiente, alegre por naturaleza, pesimista circunstancial, cotidiano. Solidario y comprometido con los que no tenían voz, con los oprimidos. Libre. Jamás escribió un solo verso en función de premios o halagos. Humilde. Insobornable.

El incansable poeta nos deja como legado más de 80 obras entre poesía, su género magistral, novela, cuentos o ensayos. Además de una obra autobiografía que el tiempo no le permitió terminar, titulada de forma provisional
“Biografía para encontrarme”.

Perdió esta última batalla. Pero perdemos más sus lectores que creíamos que su poesía, ya nuestra, le permitiría quedarse más tiempo. Se va y se lleva su táctica y su estrategia con él, para volver a susurrarla al oído de su Luz. Nos queda su obra donde siempre estará vivo.

Su muerte nos deja un poco más solos.

Y sin táctica ni estrategia a seguir.


Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos.

Mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible.

Mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos.

Mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos.

Mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple.

Mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.

Mario Benedetti




domingo, 17 de mayo de 2009

Balance de daños

El tiempo se para y quiero que corra.
La melancolía se abre paso a empujones
derribando las pocas ilusiones fugaces
que se mantenían en pie.

El sonido de las agujas del despertador
se clava en mi cabeza como puntas oxidadas.
Segundo tras segundo. Cigarro tras cigarro.

Voy dejando a mi paso campos sembrados de minas
con demasiadas víctimas a su alrededor.

Veo el olvido. Diviso la indiferencia.

Sigo siendo uno más. El mismo idealista triste y solitario.
Un cualquiera que habita en una frágil coraza
que por dentro se desmorona como la pintura de una pared vieja.

Reflexión.

Autodestrucción.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Llegaste. Ninguno se fijó en el otro. Dejaste tu halo. Volviste. Mis ojos se clavaron en tí para no olvidar los tuyos nunca. Tus labios, el sabor de tus besos, el olor de tu cuerpo. Tu sonrisa. Tu tacto. Te fuiste. Te vi marcharte. Dejaste ese dolor en mi pecho. Ese lío en mi cabeza. Quise perderme contigo. Irme lejos. Juntos. Desperté. Te busqué a través de la ventana. Tan sólo vi la lluvia caer. Un corazón que se abría más que nunca. Y esa ansiedad por verte, por no saber cuando te veré. Te esperé. No llegaste. Te esperaré.

viernes, 1 de mayo de 2009

Siento que soy libre, pero sé que no lo soy

Vivimos dentro de una vorágine de la que muy díficilmente podemos escapar. Nos encontramos dentro de una macroestructura donde ya están escritas las pautas a seguir, donde todos tenemos el mismo sueño de futuro. La sociedad actual basa su pilar fundamental en el jodido dinero. Es lo que perseguimos.

Ansíamos tener una carrera, conseguir un trabajo altamente remunerado, sin importarnos si aquello que tendremos que hacer todos los días de nuestra vida nos aporta un mínimo de bienestar interior,de alegría. Encontrar una mujer, casarse y comprarse un gran piso para estar pagándolo durante 50 años suelen ser las siguientes metas. Después vienen los hijos y el resto de tu vida se va convirtiendo poco a poco en un mero 'déjà vu'. Sentarnos delante del televisor hasta el hastío se convierte en nuestra principal actividad de ocio. Hablar de fútbol o criticar al gobierno son nuestras más profundas conversaciones. Y torrarse al sol en Torrevieja es nuestro verano ideal.

Espero poder apartar toda esa mierda que nos ahoga y convertir mi vida en algo distinto a una calcomanía de la de los demás. Yo no quiero sentarme cada día delante de un monitor de ordenador durante 8 horas, yo no quiero un piso de 4 habitaciones por el que correteen mis hijos alegramente rodeados de caprichos absurdos, yo no quiero que pasar el tiempo con la mujer a la que amo sea ver juntos en el sofá Gran Hermano o cualquier otra basura infumable y vomitiva de la televisión, yo no quiero viajar allá donde no pueda ver nada que me interese, allá donde lo único que reina son los restaurantes, hoteles y spas de lujo.

Cioran dijo: "Siento que soy libre, pero sé que no lo soy"

¿Podré conseguirlo o seré simplemente uno de tantos?